Chipre, la tercera isla más grande del Mediterráneo y la más oriental, será este verano uno de los destinos más interesantes que descubrir de Europa. Su oferta conjuga gastronomía, cultura, ocio y naturaleza en estado puro, todo en una de las islas mediterráneas más desconocidas, pero más fascinantes. Un destino que, además, ahora está más cerca para los viajeros españoles, gracias a la programación que Politours 360 ha organizado para este verano con salidas directas desde 9 aeropuertos de la península, del 3 de julio al 9 de octubre.
A continuación, te damos 10 buenas razones por las que Chipre es el tesoro del Mediterráneo que tienes que descubrir este verano.
Sus magníficas playas azul turquesa
Chipre, en su condición de isla mediterránea, está llena de hermosas playas de agua cristalina que se han convertido en el principal reclamo turístico de la región, no en vano, la isla cuenta con la mayor proporción de banderas azules por persona, un total de 59. Algunas de sus playas más populares se encuentran en Ayia Napa, al este de la isla, que sorprenden por sus aguas de un intenso azul turquesa. Imprescindibles son también las paradisíacas calas de Pafos, como Coral Bay, Faros o la de Afrodita, donde se halla la famosa Petra Tou Romiou, la roca en la que la leyenda señala el nacimiento de la diosa griega del amor.
Ayia Napa
La gastronomía chipriota, una fuente de diversidad
La gastronomía chipriota, aun con entidad propia, bebe principalmente de la confluencia de las culturas mediterránea, griega y turca. Algunos de sus platos más típicos son los meze, que se asemejan a las tapas españolas y mezclan aperitivos fríos y calientes. Destacan también los souvlakis, que son tapas de carne que, acompañadas de pan de pita, se sirven con ensalada y tzatziki, una salsa tradicional griega que también suele aparecer en muchas selecciones de meze. Además, nadie puede abandonar la isla sin llevarse un buen halloumi, el mejor queso chipriota, elaborado con leche de cabra y oveja.
Comida típica chipriota
Los paisajes de interior en una isla de contrastes
Además de sus costas, Chipre también cuenta con un muy buen conservado paraíso interior, lo que la convierte en una isla de contrastes. Troodos es la reserva natural más grande de la isla y su principal cadena montañosa, donde se encuentra el pico más alto de la isla, el Monte Olimpo –1.952 metros–. Algunos de los pueblos más pintorescos de entre los que se extienden por la zona son Kakopetria y Platres, pero el principal atractivo cultural son la serie de iglesias bizantinas que salpican la región, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Troodos
Conocer esta isla del Mediterráneo ahora está al alcance de cualquiera gracias a las conexiones directas que el touroperador Politours ha programado para este verano con salidas desde 9 aeropuertos peninsulares.
Chipre, un país entre distintas culturas
La extensa historia de Chipre –ya había indicios de actividad humana en el 10.000 a. C– la ha convertido en un punto de encuentro de gran diversidad de culturas, desde los antiguos griegos hasta el Imperio otomano, pasando por el dominio veneciano. El paso de distintas civilizaciones ha quedado patente en su conjunto patrimonial, que ha permitido a Chipre concentrar una gran cantidad de museos a lo largo y ancho de la isla. Algunos de los más importantes del país son el Museo de Chipre de Nicosia –el más grande y antiguo de la isla– y el Pierides de Lárnaca, que cuenta con una de las mejores colecciones arqueológicas chipriotas.
Un patrimonio de gran valor arqueológico
Chipre es una región muy importante desde el punto de vista arqueológico gracias a su larga y multicultural historia. Uno de sus principales yacimientos son las ruinas de la ciudad de Kourion, restos grecorromanos situados en un promontorio al sur de la isla, a menos de 20 kilómetros de la ciudad de Limassol. Su patrimonio arqueológico se extiende además a otros lugares de la isla, por ejemplo, en Pafos, donde los turistas podrán encontrar la popular necrópolis de Las Tumbas de los Reyes, que datan del siglo IV a.C., Patrimonio de la Unesco desde la década de los 80, o en el asentamiento neolítico de Choirokoitia, que fue descubierto en la década de los años 30.
Las Tumbas de los Reyes
Un país lleno de celebraciones
Gran parte del folclore festivo de Chipre viene de inspiración griega y también del culto religioso. Pero una de sus celebraciones más conocidas y que más turistas atrae cada año es la Fiesta del Vino de Limassol, organizada entre finales de agosto y principios de septiembre y que festeja la pasión nacional por su bebida estrella. Entre otras celebraciones chipriotas destacan también el Festival de Teatro Antiguo de julio, en las ruinas de Kourion, o el del diluvio en Lárnaca, inspirado en la historia del arca de Noé, en el que se organizan distintas competiciones de natación y vela para disfrutar de forma activa del mar.
Rutas para los amantes del vino
Chipre es reconocida internacionalmente como una gran productora de vino. Así, la calidad de sus uvas y sus populares rutas vinícolas le han granjeado mucha fama entre los más enófilos. De entre las principales siete rutas, una de las más conocidas es la de Commandaria, que exporta uno de los vinos chipriotas más alabados en el extranjero, a base de uvas mavro y xynisteri, y que tiene el reconocimiento de ser el vino más antiguo del mundo.
La oferta turística de Chipre es verdaderamente amplia, desde lo mejor de su gastronomía hasta un increíble patrimonio cultural y natural
Un lugar ideal para el deporte
La isla es, además, un destino inigualable para quienes disfrutan de todo tipo de deportes. En la costa sureste, en la zona de Ammochostos (Famagusta), es habitual que muchos locales practiquen variedad de deportes acuáticos, como el snorkel o el esquí acuático, en aprovechamiento del privilegio costero de la región. Gracias asimismo a sus contrastes naturales, Chipre reúne las condiciones perfectas para otros deportes de aventura como la escalada o la bici de montaña, principalmente en el interior de la región de Troodos. Por último, y debido a su clima, Chipre cada vez es más popular como destino para golfistas, que pueden encontrar los más importantes de ellos en la región de Pafos.
Nicosia, la única capital dividida del mundo
La condición de capital dividida de Nicosia, además de su historia de mestizaje cultural, la convierte en una ciudad de contrastes. Así, el casco histórico de la capital chipriota está rodeado por una enorme muralla veneciana de cinco kilómetros de longitud. Para muchos turistas, uno de los principales reclamos está en cruzar la Línea Verde, una zona desmilitarizada que separa a la República de Chipre y a la autoproclamada república turca de Chipre, que se puede atravesar por puntos fronterizos seguros. Asimismo, parte del atractivo comercial de Nicosia se encuentra en torno a Ledras Street, también dentro del casco histórico, un punto de reunión para los miles de turistas que cada año visitan la capital.
Ciudad vieja de Nicosia
Ambiente nocturno
Chipre no solo destaca por los atractivos que hemos ido desvelando, su ambiente nocturno también es un gran reclamo para los turistas más jóvenes que buscan fiesta hasta altas horas de la madrugada. Uno de sus principales focos se encuentra en Ayia Napa, la pequeña localidad de las magníficas playas, en la que parte de su atractivo turístico bebe de la noche y el ambiente festivo, gracias al Castle Club, una de las discotecas más grandes de la isla. En paralelo, al sur de Chipre, Limassol también despunta cada vez más como un destino ideal para quienes buscan noches de ocio y desenfreno.
Chipre es así, un país de contrastes que ofrece de todo y para todos.
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