Para gustos se hicieron los colores…y los sabores. Y de eso van sobrados el queso Mi (μ en griego) y el aceite de oliva virgen extra Cornicabra -procedentes de Quesos de Hualdo y Casas de Hualdo y que nos trasladan a Los Montes de Toledo la tierra que los vio nacer. Allí se crían las 1.800 ovejas manchegas y crecen los olivos -en 700 hectáreas de extensión- sobre la superficie total de 4000 hectáreas de la Finca Hualdo. Un entorno privilegiado, a orillas del río Tajo, que conjuga las características del suelo, el clima y las particularidades del medio donde se cultivan y obtienen estos productos.
Mi es un queso especial y único de pasta prensada y corteza natural que ofrece una interpretación propia del Manchego –disponible en maduraciones de 4, 7 y 12 meses-. Y el AOVE, de la variedad autóctona de esta zona, la Cornicabra, caracterizada por su alta cantidad de antioxidantes, un aceite que se acaba de extraer en frío –la campaña está en curso- cuando la aceituna todavía es verde.
Un par de joyas gastronómicas de nuevo cuño, o según dirían por aquí “alhajas” made in la Finca Hualdo en Castilla La Mancha, que responden a una forma diferente de entender y concebir los productos agroalimentarios: sostenibles, saludables y dotados de personalidad propia.
Entre sus propiedades organolépticas figura su riqueza en matices vegetales, la textura del conjunto así como la persistencia
Vuelta al origen para superar el actual paradigma de la agricultura
Dos exponentes, que amparados por sendas Denominaciones, sirven de embajadores del proyecto agroalimentario de la finca que busca evolucionar hacia un modelo que recupere la vitalidad del ecosistema y dignifique el trabajo del campo.
Así Queso y Aceite comparten no solo procedencia e identidad sino también criterios de calidad y un proceso de elaboración medido en el que además de intervenir los maestros quesero y y almazarero, lo hace la tecnología. Y todo ello transcurre en las instalaciones de la quesería artesana contemporánea y de la almazara, situadas ambas a pie de cada explotación. Por tanto, en su caso se puede decir que la frescura está garantizada así como la pasión de un equipo comprometido con la obtención de productos de excelencia organoléptica.
Una simbiosis capaz de aportar sensaciones placenteras, complementarias y perdurables
Estos productos constituyen un binomio perfecto por ese origen común pero también debido a muchas otras razones. Tanto el aceite como el queso poseen matices vegetales que, además de agradables, hacen que se complementen enormemente. En el Manchego estos remiten al heno, a los cereales, al verdor de la alfalfa, mientras que la Cornicabra presenta aromas típicos de la hierba verde, la alloza o la rúcula.
A ello se suma la textura del conjunto, firme y no excesivamente mantecosa en el caso del queso, por lo que el aporte del AOVE hace que gane fluidez en la boca. La sensación táctil resultante, es verdaderamente placentera. Al estar ambos a la misma temperatura, se fusionan en el paladar donde el bocado se convierte en algo mucho más complejo e interesante.
Y por último, la persistencia. El monovarietal de Cornicabra es un aceite muy estructurado, con marcadas sensaciones amargas y picantes, mientras que el Manchego presenta un punto de acidez y salinidad destacables. Dicho esto, la complementariedad entre ambos resulta evidente cuando lo que se busca es disfrutar de la experiencia sensorial durante más tiempo. De esta forma, en combinación, logran alargar el posgusto y permiten recrear todos los matices del conjunto.
Ideal para regalar, darse un capricho o porque sí
El aceite Cornicabra Casas de Hualdo y el Queso Mi (μ en griego) constituyen una propuesta seductora, nohace falta que seas un foodie o turófilo, es un acierto seguro, para sorprender, regalar cuando apetezca o toque: Navidad, cumpleaños….o simplemente disfrutar solo o en compañía.
Dos joyas gastronómica que llegan para enamorar todos los paladares desde la capital de Castilla La Mancha, Toledo
Puedes encontrarlos en sus diferentes maduraciones – el Queso Mi en piezas enteras de aproximadamente 3 kg o en cajas de 5 cuñas con diferentes maduraciones (a título orientativo el precio de la pieza de 4 meses de maduración tiene un precio de 64 euros y la de 7 de 69 euros). Por su parte el AOVE Cornicabra tiene un precio de 49 euros el pack de 12 botellas de 250 ml). Se venden en establecimientos delicatessen y del segmento gourmet.
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