La pequeña ciudad de la Occitania francesa, Narbone, entrañable y encantadora, acoge a este gran buffet que es el escaparate mundial del cocinero Escoffier y de la gran cocina del siglo XIX.
Cada día, más de 150 recetas están a disposición de los clientes en este restaurante creado por Jane y Louis Privat en 1989; la visión de futuro de los fundadores, les llevó al convencimiento de que un buffet debidamente atendido por profesionales de alto nivel, satisfechos con su trabajo y con su salario, sería un éxito; el resultado es el primer restaurante en Francia en términos de facturación, con más de 27 millones de euros. Además, entre otros muchos galardones, posee un Guinnes World Record al surtido de quesos más grande del mundo, con más de 111 variedades -seis de las cuales son españolas- que se sirven con Champagne Mercier Moët & Chandon (degústalo al precio de bodega, 25 euros por botella).
Les Grands Buffets, la formulación diaria de las recetas más destacadas de la cocina francesa de Auguts Escoffier es en sí mismo un destino turístico, pero no pienses que iras sólo a comer, irás a vivir la auténtica experiencia de la cocina tradicional francesa.
Y no sólo eso, sus más de 170 referencias de vinos y champán, procedentes de las mejores cosechas de Francia, pueden ser adquiridos por los clientes a precio del productor y servidos en copa durante el buffet si así se desea.
A la exclusiva selección del personal, profesional y siempre sonriente, se suma la selección de un precio para todos los bolsillos de 62,90 euros para adultos, bebidas aparte -con vinos a precio de productor- y 31,40 euros para los niños; los menores de seis años tienen gratuidad absoluta (tarifas a 1 de octubre de 2024).
Uno de los platos preferidos de Louis Privat, el fundador de Les Grands Buffets, es el “canard au sang”, especialmente tras adquirir una de las famosas prensas de pato de la “Tour D’Argent”, para elaborar la emblemática receta que se desarrolla ante las miradas atónitas de los comensales respetando el ritual ancestral de los Maitres Canardiers; para ello, los cocineros han sido específicamente formados por el Consulat des Canadiers de Rouen. Lo mismo puede decirse de la “liéve a la Royal”, otra delicia gastronómica francesa que completa el menú con el Foie gras escalfado en su caldo de boletus. El foie es otra de las joyas culinarias de Les Grands Buffets, con todas las variedades: al natural, a la sal, con pimienta, con pimienta picante vasca, … una delicia que genera una gran aceptación y algunos tiempos de espera según qué momento, pero que se sirve con rigurosa profesionalidad.
Los rincones más llamativos son La Rötisserie, inmenso asador panorámico donde se cocinan los platos al momento y al gusto del comensal, ofreciendo “Coquille Saint Jacques Gratinié”, “Vol au Vent” de ris de Veau et Morilles”; también sorprendente es La Mer, con su espectacular cascada de bogavantes y la impresionante Le Plateau Royal, con las magníficas ostras de Thau y sus acompañantes: gambas, langostinos, almejas, cangrejo de mar y otros delicatesen del mar, junto con seis variedades de un superior salmón noruego.
Sólo de irresistible puede calificarse La Pâtisserie, donde se reúnen las recetas más clásicas de la pastelería francesa en forma de 96 postres diariamente elaborados por maestros artesanos; igualmente, el Palais des Glaces, es el patrimonio de los paladares amantes de los mejores helados jamás antes probados; elige entre variedades como Pêche melba, Poire Belle Heléne, Cooupe Mont Blanc, Coupe Colonel, Profietroles al chocolate, Irish Coffee…. Muy cerquita, el paraíso del crep suzette, con su encantador ritual.
Como la cocina es arte, no puede faltar en este universo gastronómico un tributo a las distintas corrientes y así, el Art Decó, con la famosa pieza “Claridad”, se ubica en la sala Max Le Verrier; la Tente d’apparat rinde homnaje a Jean Baptiste Nolin, cartógrafo y grabador de Luis XIV, en la Salle Ann Carrington, destaca la escultura “bouquet” de Ann Carrington y en los jardines se pueden admirar las nueve esculturas de Hervé Di Rosa, que adornan la fuente vegetada. El arte se ha colado incluso en las cocinas, donde, sobre el acero inoxidable, se plasma la obra de Patrick Chappert Gaujal.
El salón de más reciente creación es el Salón Doré, con capacidad para 74 comensales y una decoración compuesta con más de 18.000 hojas de oro que combinan con paredes decoradas con pinturas inspiradas en las obras de Jean-Baptiste Oudry, el famoso ilustrador de las fábulas de La Fontaine en el siglo XVIII.
Al elegante mobiliario -tanto en la zona de buffet como en sus excelsos cinco salones de exclusivo diseño-, se suman vajillas, mantelerías y cuberterías únicas, el cuadro del maestro hecho con utensilios de cocina, el tenedor de plata más grande del mundo, cocinas impolutas sin humos ni olores y con la tecnología más avanzada y lo más importante, personas felices degustando sus platos favoritos de auténtica calidad con total libertad.
Renfe Ave te lleva a Narbona en tan sólo cinco horas desde Madrid y en poco más de dos horas desde Barcelona para que seas uno de los más de 390.000 comensales que cada año acuden al buffet más grande del mundo, como ya han hecho los chefs más reputados del globo. También podrás viajar desde Zaragoza, Tarragona, Girona y Figueres, donde el tren realiza paradas, con una circulación diaria en ambos sentidos conectando seis ciudades españolas con las nueve francesas de Narbona, Montpellier, Nimes, Avignon, Aix en Provence, Marsella, Valence y Lyon.
Abre todos los días del año y en verano ofrece la posibilidad de disfrutar de su increíble jardín exterior, siendo precisamente las rosas, con su evolución, las que deciden cuándo comienza y termina su temporada de apertura, normalmente de marzo a octubre. Apresúrate a reservar porque tardarás casi un año en conseguir el menú para el fin de semana y de seis a nueve meses entre semana, totalmente comprobado; tienen 2,8 millones de reservas al año.
Un proyecto que podría realizarse en un plazo de dos años, contempla la renovación de Les Grands Buffets añadiendo tienda, sala de exposiciones y un hotel, con una inversión aproximada de veinticinco millones de euros.
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