¿Recordáis ese restaurante en el que se empezaba con la cafetera en la mesa, te ponían unos churros con chocolate a la mitad y acababas comiendo sushi? Seguro que habéis estado u os han hablado de la experiencia transmutadora de comer en Oceanika o de Carlos Pérez, el camarero más apasionado del gremio, que además es propietario de este local al que siempre apetece volver. Pues Carlos, Oceanika y su deliciosa comida criolla -original, divertida, y donde predominan los sabores frescos y llenos de fantasía y trampantojos- siguen en el mismo lugar en el que cumplen 5 años y trae riquísimas novedades.
Ceviche de corvina
Incorpora muchos y muy buenos ceviches con una vuelta de tuerca sobre los que todo el mundo ha probado en la capital, y sin escatimar en la calidad. Ejemplo de ello son el Ceviche carretillero, con rabas de calamar, algas marinas y salsa tártara; el de atún, “umami total”, como promete la carta; el verdoso, de marisco - gambas, almejas, mejillones, pulpo, vieiras y corvina- en salsa verde hecha a base de cilantro; el de vieiras; o el Ceviche a la llama, que va envuelto en hoja de plátano y se termina en mesa.
Quienes han estado alguna vez no lo olvidan, porque este restaurante deja huella por su rica fusión y la intensidad de sus sabores criollos, por lo mágico de su presentación y por la amabilidad del personal, representado por el carismático Carlos Pérez
Buscando entre los nombres exóticos nos encontramos El pulpo se va a la huerta… porque se trata de un crujiente ssam de chicharrón de pulpo con cebolla, tomate y salsa tártara. Con auténtico sabor peruano está también la Vieira asada al ají amarillo, con rocoto y choclos fritos. Y qué decir de su sección de Tiraditos, como el Tiradito de atún al estilo nikkei, con salsa de soja y palomitas para ‘mojar’. Y aunque son exquisitos y bien merecen volver a probar todos los de la lista, aún no hemos encontrado esos platos transmutadores con los que Carlos nos lleva a un mundo fantástico…
Hay que volver a los entrantes para rescatar esa Cafetera desestructuradora, que en realidad es un caldo con pescado, marisco y verduras; los Churros con chocolate, o lo que es lo mismo, fritos de maíz para mojar en pasta de judía negra; o el Temaki a la andaluza, que es cazón en adobo envuelto en hoja de lechuga.
También hay algo de carne, sí, el original Lomo saltado, que es una de sus especialidades y llega a la mesa en un molcajete de piedra volcánica y con ‘noodles’ de tortillas mexicanas; o los cucuruchos de Cochinita pibil o Ají de gallina. Terminamos con los postres: ¿un Sweet sushi? ¿O mejor alguno de los recién llegados? Como su Tarta de zanahoria, con helado de galleta y crema de chantilly o el Suspiro limeño, hecho con crujiente de jengibre, helado de pisco sour y coronado con fresas y sirope. Todos son caseros y son el broche ideal, junto con alguno de sus cócteles, para una experiencia inolvidable y seguro que muy ‘repetible’
Antonio Pérez, 26 - semiesquina Velázquez, 150.
Madrid.
Tel. 91 562 66 60 / 600 69 91 82
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