Último viaje de la temporada al país de la bota a través de las Semanas Gastronómicas Regionales de True Italian Taste (www.100autentico.es), la iniciativa de la Cámara de Comercio e Industria Italiana para España (www.italcamara-es.com) en Madrid… y nos despedimos a lo grande, con los sabores del Veneto desde una de las típicas tascas venecianas más populares de nuestra capital, El Bacaro de Fabio Gasparini (Hartzenbusch, 9. www.elbacaroristobar.es). Durante la semana del 29 de junio al 4 de julio de 2021, Gasparini tendrá un menú especial homenaje a su tierra por 45 € por persona:
Menú especial Veneto
Antipasto
Sarde in saor
(Sardinas en escabeche suave y pasas)
Primo piatto
Bigoli con l’anitra
(Pasta fresca típica de Veneto con ragout de pato)
Dolce
Tiramisù
(El clásico postre italiano a base de bizcocho savoiardi, queso mascarpone, café y cacao en polvo)
Vino
Pinot Grigio delle Venezie DOC
Fabio Gasparini - El Bacaro de Fabio Gasparini
En esta ocasión, los productos auténticos italianos utilizados, concretamente de esta región son: los bigoli, un tipo de pasta larga, parecida a unos spaguetti gruesos. Su receta original es harina de trigo, agua y sal pero en algunos casos se añade también huevo y su característica diferencial es la rugosidad que les aporta hacerlos en una prensa manual, lo que le permite retener salsas y condimentos. Además, el Pinot Grigio delle Venezie D.O.C. también se produce en el Veneto. Es de color amarillo con reflejos verdosos; en nariz se perciben notas florales que recuerdan el aroma de las flores de acacia con matices de pera. Vino de cuerpo medio, fácil de beber, fresco e intenso con una excelente armonía. Otros ingredientes auténticos que se usan de otras zonas son los savoiardi: esas galletas de soletilla, dulces y ligeras con una consistencia muy quebradiza y esponjosa con las que se hace su postre más famoso.
La leyenda más extendida sitúa su procedencia en Italia, en la Casa Saboya. Se dice que fueron realizados por primera vez por el cocinero del Conde Amadeo VI de Saboya, en honor a una visita del rey de Francia, en torno al 1350. Fue tal el éxito de estos ‘biscotti’, que fueron adoptados oficialmente por la Casa Real y se extendieron por todo el área de influencia de la familia. Sus características los convierten en la base ideal para la elaboración del tiramisú según la receta tradicional.
Tiramisú
¿Y qué es este postre sin su mascarpone? Se trata de un queso cremoso, consistente, de color blanco-amarillento muy claro y con sabor dulce obtenido por la elaboración de crema de leche, nata y ácido cítrico. Por cierto, que sobre el origen del tiramisú hay varias versiones y leyendas: una de ellas cuenta que el goloso tentempié vio la luz por primera vez en un burdel. A mitad del siglo XIX en los prostíbulos de la ciudad de Treviso, que por entonces tenían a un cocinero en nómina, comenzaron a ofrecer a sus clientes de manos de la madame un plato con supuestos efectos reconstituyentes e incluso afrodisíacos. El dulce era presentado ante los parroquianos prometiéndoles que los "llevaría arriba", que en su dialecto se expresaba con "te tira su". De ahí derivaría en "ti tira su" italiano… y al popularizarse comenzó a llamarse con el nombre que le quedó: tiramisú.
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